La feria de Cali y otros avatares

El pasado 13 de noviembre, el Alcalde de Cali realizó una transmisión a trevés de las redes sociales hablando de la agenda y los proyectos para la reactivación de la economía y movilizar el empleo. Sin embargo, preocupan fuertemente dichas declaraciones porque durante aquellos dieciseis minutos de transmisión no dieron claridad frente al tema, y sí, genera muchos interrogantes alrededor de la situación que se avecina en épocas decembrinas, en tanto se advierte una flexibilidad del uso del espacio público en aras de fortalecer la economía de la ciudad, pero dejando en entredicho situación de salud que hoy nos ocupa debido a la pandemia por el COVID-19. A continuación, algunas apreciaciones respecto a las declaraciones del señor alcalde.


Primero, sorprende mucho que un profesional que ejerció la medicina y ahora ejerza un cargo político y sea un ejemplo para la sociedad, no sepa cómo usar una Mascarilla N95 y la doble como nos enseña en el video registrado en las redes sociales, deteriorando el filtro que la compone y dejándola inservible luego de guardarla en su bolsillo. Segundo, el Alcalde hace hincapié en no tratar con personas xenófobas o clasistas que maltratan a terceros, pero no tuvo reparo en decirle a los periodistas que caminaran, mientras él se desplazaba al interior del estadio (sitio donde tuvo lugar la transmisión), porque nunca hacían deporte; ciertamente es un juicio de valor y contrario a sus deseos, pone de manifiesto un maltrato frente al otro.


Tercero, el proyecto de reactivación económica, aunque insistió en orientarlo en muchos campos de acción, sólo se centró en el desarrollo de infraestructura; es decir, la mano obrera, pero se olvida de un sector económico que vive de la gastronomía y del rebusque. Siendo, además, la época decembrina, donde todas estas personas tiene mayores oportunidades de hacerse a unos pesos extras. Cuarto, la justificación de un alumbrado móvil para satisfacer algunas madres cabezas de familia no explica ni responde a la cantidad de dinero que va a invertir en ese proyecto y tampoco mencionó la ruta por la cual iba circular dicho alumbrado, porque teniéndolo en un espacio físico fijo todo el mundo tiene acceso, pero siendo móvil no será de amplio alcance para los caleños.


Quinto, justificar la Fería de Cali basado en que ella surgió de la resiliencia y la reparación de un hecho histórico ocurrido el 7 de agosto de 1956 en el centro de Cali con la explosión de camiones cargados de dinamita que iban a Bogotá, es un discurso amañado y manipulador. No queremos Feria de Cali virtual porque la feria es para el pueblo y ésta se ha convertido en un evento elitista, de alta clase social, desplazando a todo aquel que no tiene para pagar por un puesto en la tarima. No queremos Feria de Cali virtual porque no hay garantías económicas para los artistas, porque el dinero se queda en las escuelas o en algunos inversionistas y el artista sigue mal pago. No queremos Feria de Cali virtual porque ahora deberían ocuparnos otros intereses más coyunturales, como la seguridad, la educación y la prestación de servicios de Salud.

Sexto, el Alcalde habla de pedagogía, educación y autocuidado; pero si los establecimientos no cumplen los cierra y los multa. Esto resulta ambiguo. Por último, es importante resaltar que el estadio se utiliza mucho más de lo que el Alcalde imagina, no sólo para eventos multitudinarios, y eso demuestra de algún modo su poca propiedad y el vago conocimiento sobre cómo operan las cosas en esta ciudad. El próximo 14 de diciembre habrá rendición de cuentas 2020 con la premisa: Resultados claros y transparentes para la amada Cali. Ojalá el discurso sea más elocuente y se hable desde la transparencia de su gestión como Alcalde de Cali, y no se convierta en un discurso cantinflero donde se desvie la atención hablando bonito, pero de gestión poco.

2 pensamientos sobre “La feria de Cali y otros avatares”

  1. Asi es mi querido amigo, ahora hay que pensar en la problematica que afronta nuestra hermosa ciudad,a causa de la pandemia,te apoyo y estoy de acuerdo con tu columna.te felicito

  2. La pandemia quedo en un segundo plano, desde que la feria de Cali se avecinaba una vez más con su peculiar sobre costo, y su interés por entretener a unos cuantos, para alivianar la economía no de los pobres, si no la de los ricos, que harán hasta lo imposible por ganar y no perder. Les aseguro que ahora con la dichosa feria virtual será más costosa, que ni en años anteriores donde se han colocado palcos, y cerrado vías. A pero eso si, quien habla de pandemia cuando llego el mes de las celebraciones. Excluyen a los niños aun de volver a las escuelas y a las iglesias, pero no los excluyen de otros lugares donde el distanciamiento social ya no es parte de las garantías de prevención del Covid,los hospitales y clinicas ahora y siempre desvordados de pacientes, ya no importa la pandemia ahora si importa la economía. No han visto a los guardas de tránsito mas atentos al control…. Definitivamente este pueblo no aprende… Y pa donde va el pueblo… A revolcarse con el puerco.

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