Arrogancia

En lo corrido del actual gobierno nacional se ha hecho evidente una actitud en la que los ciudadanos no sienten reflejados sus intereses en los dirigentes.

La desconexión entre las necesidades reales del país y la soberbia con que ejercen su oficio los dignatarios, es como un cáncer que va extendiéndose paulatinamente por todos los aparatos estatales. Así comenzamos con un presidente que utilizó un avión para llevar a su familia y amigos a una fiesta privada en Panaca, pasamos por un fiscal que se fue de vacaciones a San Andrés con gastos pagos por dineros oficiales, justificándose mediocremente con un supuesto acto oficial y cerramos con un ministro de justicia asistiendo a un partido de futbol cerrado de eliminatoria en compañía de sus hijos, con la excusa de que estaban allí como representantes del fútbol colombiano.

Esos exabruptos en la integridad moral van acompañados casi siempre de expresiones desobligantes hacia quienes se atreven a cuestionar sus actuaciones, como si lo malo no fuera derrocharse los dineros públicos en gastos personales, sino preguntar sobre el asunto y ponerlos en evidencia.

De este tipo de respuestas no se salva el alcalde de Cali, recientemente abordado por los costos del desarrollo de la Feria de Cali, que será virtual este año, y según lo afirmado a un medio de comunicación nacional, se van a gastar cerca de once mil millones de pesos en su ejecución, su respuesta a quienes han presentado objeciones a que se gaste ese rubro fue la arrogante consigna: “no sean aburridos.”

No creo que con esa frase se zanje una discusión que es totalmente válida, es derecho de todos los caleños y quienes habitamos la ciudad, conocer cuánto dinero se gasta y en qué, cuáles son los procesos de contratación y la manera de despejar las dudas sobre el asunto, es presentar una información transparente y veraz, no tratar de “antichévere” o “aguafiestas” al que no está de acuerdo o tiene sus reservas.

Uno de los puntos que llamó mi atención de esta declaración del Sr. Ospina, es la mención de que se le va a comprar a cadenas de televisión espacios para que transmitan la Feria. Sí, leyó bien, comprar. Cuando la mayoría de eventos artísticos culturales y recreativos venden los derechos de la transmisión de los mismos, se me ocurre, y talvez pueda ser una apreciación ligera, pero, ¿no es mejor vender los derechos de transmisión de un evento que no es importante solo para la ciudad, sino para el país y que ya de por sí es un ícono y, de este modo, generar más recursos para la ciudad en vez de gastarlos?

No estoy en contra de la realización de la Feria, me parece acertado que se haga virtual, pero, por favor señor alcalde, con sumo respeto, por el bien suyo y de la ciudadanía que gobierna: No caiga en el pecado capital que ya ha hecho metástasis en el gobierno nacional, piense que si escucha todas las voces podrá hacerse una idea real de lo que los caleños realmente necesitan.

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